Arrodillado con las manos dirigidas al cielo y el rostro empapado. Así terminó Marcelo Estigarribia luego de abrir el marcador y de haber gritado desaforadamente su quinto gol con la camiseta de Atlético, desde su arribo al club en enero de este año. El delantero se destapó con la llegada de la dupla por Favio Orsi-Sergio Gómez y anoche ante Gimnasia anotó por segunda vez consecutiva. Frente a Huracán había cortado la sequía con un potente frentazo que le permitió al “decano” quedarse con los tres puntos.

El partido del “19” empezó con mucho sacrificio y peleas constantes con los centrales del “lobo” platense . En todas las que disputó de cabeza, ganó la mayoría y hasta generó varias faltas. A los 31’, Felipe Sánchez lo empujó y el centrodelantero terminó en el suelo con un fuerte dolor en la zona del cuello. No obstante, a pesar de esos siguió todo el partido con la misma entrega.

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Posterior a su gol, tuvo en sus pies dos chances claras para estirar la ventaja. A los 20’ del complemento, disparó débilmente al arquero y lejos de conformarse con eso, se levantó e intentó recuperar la pelota, que terminó en las manos de Tomás Durso. Un minuto después, tras un rebote que dejó el disparo de Renzo Tesuri, “Chelo” enganchó para adentro y remató, solo que esta vez sin dirección.

Más allá de que no pudo llevarse un doblete, Estigarribia sí se quedó con la devolución de los hinchas. Ovación y aplausos de pie por parte de algunos plateístas. Además, también sumó un gol más para la colección.

Durante esta temporada, marcó un total de cinco goles y de diferentes estilos. Uno más bonito, que el otro. Le convirtió a Platense, Barracas Central, Racing, Huracán y Gimnasia. Dos con la pierna derecha, dos con la izquierda y uno de cabeza.

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De todos esos, el más pintoresco se dio el 24 de abril de este año: en Avellaneda, Estigarribia recibió casi de mitad de cancha, avanzó y eludió a Gabriel Arias. Con el arco a su merced, la empujó con la pierna izquierda y celebró lo que sería triunfo por 3-1 ante Racing.

¿Y anoche? Como todo buen goleador, estuvo parado en el momento justo. A los 29’, tras el estupendo córner que ejecutó Joaquín Pereyra, el central Bruno Bianchi se elevó en el área y le dio un pase milimétrico a Estigarribia, que casi cayéndose la empujó hacia la red.

Se fue reemplazado a los 79’ por Ignacio Maestro Puch, pero con la satisfacción de haber dado lo mejor que tenía.